
Nací de tu entraña
patria de maíz.
Llevo en mi corteza de humilde paisano,
tu piel bronceada por un sol Maya,
me tosté bajo tu cielo...
y mitigué mi cansancio Palineco
bajo la sombra de una Ceiba.
Y emané de mi sudor:
olor de piedra poma
y de archipiélagos de flor de café,
de jocotes y de Zapotes,
aroma de gingِíbre y tamarindo,
de colonias y autobuses,
de lodazales y de mimbres.
Tú... mi tierra,
mi arrebol de barro curtido,
de tinajas y de pocillos,
de aguacates y chocolate batido,
de rábanos y de cóles
de calles de polvo y barriletes,
de ponchos, petates y de cortes surcídos.
Tú mi entraña, mi sabor de indita
mi tierra, mi sabor de cusha,
de chuchitos y de enchiladas.
Yo, tu paisano extranjero,
que ingiere comida rápida
o dijera comida que rápidamente me digiere?
Es como vivir apresuradamente
o exisitir sin dejar huella?
O dijera mejor...
que pisa con huellas de miltomate
recordando La Reformita,
Las playas de Champerico,
y el vaso de atol y las tostadas
y las calles de San Lucas.
( aquí no hay día especial)
y las aldeas, se disfrazan de campamentos gringos.
Ayer salté el hilo que me unió a tí,
y rompí el encanto del monolito,
y del Achiguate, del Tacaná...
del perejil y de los tamáles,
del escabeche y de los tumultos.
e hice chico al Tajumúlco.
Ah!
y partí en dos a Amatitlán.
Dejé pirámides atrás...
dejé Jaguar, dejé intacto al Quetzál...
dejé que corriera el Usumacinta
como siempre lo hace,
y decidí... que si se desborda el Motagua
es porque falta cauce
y sobra mucha naturaleza ( o sea agua )
y si el Pacáya explota
es porque renueva sus faldas
cuando la tierra fértil se agota.
Dejé y sin un solo reproche de dolor
que las arcas de Izabal
las vacien turistas con sus pupilas ensanchadas
de estupor.
Así es te dejé intacta o te desconocí
nunca lo planeé,
(me oculto ahora en la idea de un niño,
como cuando nací )
pero...hay más:
Renuncié a mi nombre natal, y a ese apelativo de raza
y adopté este literal y ya USA-do por muchos:
me explico?
Yo... tu hombre de tuza y Maíz,
de chiribiscos y de flores de Izote,
de mazapán y de adobe.
Me perdonas?
yo aún soy tu hijo y llevo tu linaje.
Y para tu consuelo y el mío,
Nadie... puede despojarme de esa corona.
De moines, Iowa