sábado, 17 de febrero de 2007

a mi marimba













Al ritmo del copal
tartamudean mis oidos
y rezonga la tonada fluvial
con esencia de hormigo.

La marimba suena
con su ombligo de tecomate
pariendo nota a nota
ese son que conmueve lo autóctono
y sacude mis cahites,
el aserrín,
el pino y el olor a chicha.

Es el pitón de madera virgen
que desliza con su tonada de guachipilín
agazapándose por los bailes,
por ceremonias de enlaces,
por los aullidos de la tierra fértil,
por las pacayas y los jocótes.
Y deja un sabor a patria
por las anatomías ausentes
de mis volcánicas raíces Cakchiqueles.

Y así...
sonando
por cada premisa,
por cada indio mi paisano
así alude en ecos de madera
nuestro legado:

!porque la patria lo exige!

y mi marimba sólamente toca
con su timbre de adrenalina...
esas notas melancólicas que reposan
en nuestro suelo primaveral salpicado de rebozos,
delantales y refajos.

Y un imperio Maya que aún subsiste.

así suena mi sangre
así suena el canto de mi patria
así suena la luna,
"así suena la luna de Xelajú"
-así suena el universo-

Milwaukee, Wisconsin

1 comentario:

Anónimo dijo...

JOSE! Los versos caen con sus notas desde lo más profundo del alma, no me agita el deseo del encuentro, ni tus huellas sobre mi cuerpo, me enajenan tus letras...talladas sobre ese mármol lujurioso de la distancia con eco a MARIMBA a dulce de caña, lejanas pero nunca esquivas como el canto del quetzal, me aferro a ese sentido de patria y a tu luminaria vivencia desde el otro lado del destino!, cómo me gusta caminar por tus letras querido POETA.